domingo, 29 de mayo de 2011

La triste realidad cotidiana de un mosso d’esquadra

Llegada a casa tras una dura jornada de trabajo.

-Hola cariño –beso de bienvenida- ¿qué tal los niños?

-Pues la misma batalla de siempre. Manolito no hay manera de que se coma las lentejas y Elvirita todo el rato con que se mira al espejo y se ve gorda ¡si solo pesa 90 kilos!

-Son las cosas de los niños de 10 años. Se le pasará

-¿Y tú qué tal? ¿A cuántos has atizado hoy? ¿Has cubierto tu cupo? Te veo preocupado

-No, no pasa nada. El cupo bien, incluso he entrado en bonus. Pronto nos concederán el crucerito ese por el Caribe que tanto te ilusiona.

-¿Entonces?

-Hoy ha sucedido algo extraño. Nos han dado orden de desalojar una plaza, nada fuera de lo normal. Como en todas las actuaciones, he besado mi medalla de la virgencita que me regalaron por la comunión y me he dado 3 golpes en el pecho con la porra, dispuesto a cumplir con mi trabajo. Pero cuando hemos entrado en la plaza, nos hemos encontrado con toda la gente sentada. Nadie nos increpaba ni nos lanzaban botellas ni piedras. En fin, un poco surrealista. Incluso los minusválidos que frecuentan estas manifestaciones no han intentado atropellarnos con sus sillas de ruedas. Nadie se resistía. Si estás inflando a alguien a porrazos en el suelo y ni siquiera se rebulle, es difícil motivarse.

-Desde luego, la gente no tiene corazón. Ya ni respetan el trabajo de los demás .

-Y lo más curioso es que parecían estar bien organizados. Todos actuaban de la misma manera. Es muy sospechoso. Tiene toda la pinta de ser una estrategia de guerra psicológica ideada por algún servicio secreto. No me sorprendería nada que el Mosad estuviera detrás de todo esto…

-Yo creía que os entrenaban para saber decidir en estas situaciones

-Ni en la instrucción, ni en la academia ni en ninguno de nuestros entrenamientos especiales se contemplaban estas situaciones. Es de locos.

-Pero si esto sigue así, tendréis que hacer algo

-Por ahora las órdenes no cambian. Hasta que el Consejero no vuelva de la inauguración de la Feria del Vino del Penedés y la del Salón de Lencería de Llobregat, no habrá novedades.

-Bueno, tú tranquilo. Si ves que no te encuentras bien, hazle una visita al psicólogo del Cuerpo.

-Quién me mandaría a mí salirme de las Fuerzas Armadas. Con lo bien que estaba yo pegando tiros en Iraq…