Si descartamos la Rolling Stone por castaña y porque por mi pueblo ni se sabía que existiera, las primeras publicaciones sobre rock que recuerdo fueron el Popular 1, Metal Hammer y Heavy Rock. La Kerrang nos llegó después, aunque en Inglaterra llevaba muchos años siendo una revista de referencia. Estas revistas tenían dos características comunes, una buena y una mala. Primero la mala: La redacción era pésima y los textos estaban plagados de erratas y faltas de ortografía. Eran muy cutres. Ahora la buena: Era como la prensa rosa del rock. Te enterabas de quién se había ahogado en vómito, a qué güenorra se cepillaba tal cantante, qué músico se había cambiado de sexo o quién se dedicaba a decapitar palomas a bocados en los conciertos. Y además, nos enterábamos de los discos que salían nuevos.
Ahora me he suscrito a una revista de mayor calidad (y precio) y todo iba fenomenal hasta que en una de sus páginas descubrí que el rock ha muerto y quién lo asesinó. El rockicida se llama: El Ojo de Agamoto. Este oscuro personaje (es una forma de hablar, no sé de qué tonalidad es) utiliza el nombre de uno de los objetos mágicos del Dr. Extraño (no pasa nada, yo también utilizaba pseudónimo cuando escribía para la revista Zero. Era el que firmaba como El suspensorio de Robin, otro objeto mágico. Pero eso es otra historia) y es el perpetrador de un número no pequeño de críticas musicales. Os dejo algunos recortes suyos para que le vayáis cogiendo el hilo:
- ...acritud simiesca del fuzz ...elementos de angustia que psico-activan las barbas del colega con meliflua discordancia, sugiriendo la estampa el albérchigo jugoso...
- Alterada la conciencia de una música viajera de mundos internos, la patología saturniana en los efluvios creativos de (...) conforma un obsesivo empeño por decorticar las sucesivas capas que subyacen en la realidad aparente.
- Rastrearle tras la vanillafúdgica dramaturgia de (...) ...supone hallarle maquinante en el orgasmo que (...) eyacula en 1970...
- ...la renovada entidad hiperespacial británica erosiona nuevamente el cosmos con una magmática energía de rock fantacientífico, punk planetario y constructivista que dispara en órbita la alucinada poética del estrafalario (...) valor sobreexcitado para las letanías celestes. Una pequeña, quizás dispersa, seguramente infravalorada obra de catártico progresismo eléctrico que conjuga sus mejores atributos...
- ...psicoquinesia progrepunk que impulsa el tentacular microcosmos (...) hacia los espejismos modernistas... Romanticismo sardónico, futurismo experimental, facsímile reconstructivo del dietario espacial de (...) que, en cópula hormonal con la retórica inventiva de (...) asume riesgos de hipodérmica libre
Y no sigo porque he tardado más de una hora en escribir ¿correctamente? tanto palabro. Y se me ocurren algunas preguntas:
- ¿No se suponía que lo bueno del rock es que lo podía escuchar cualquiera sin necesidad de estudiar a Nietzsche, Kant, Schopenhauer y compañía?
- ¿No resultan sospechosas tantas alusiones al cosmos y al espacio?
- ¿Tanta pseudointelectualidad (¡horror, me estoy contagiando!) no le hará explotar la cabeza?
- Después de leer una de sus críticas ¿compraríais el cd?
- ¿Conocerán los autores de los discos que un crítico les está saboteando las ventas?
- La misma pregunta de antes, pero dirigida a los editores de la revista.
- ¿Habla este hombre igual que escribe? y en consecuencia ¿tiene amigos?
- ¿Alguien sabe lo que es un albérchigo?
- Última y más importante. Es cierto que las frases están sacadas del contexto del artículo, pero aun así... ¿alguien (incluido el perpetrador) ha entendido algo?
Un consejo para todas las bandas que quieran triunfar un poco y no acabar debajo de un puente: escoged bien a qué publicaciones enviáis vuestras grabaciones. De ello depende vuestro éxito. Pero ante todo ¡HUID DEL OJO DE AGAMOTO! ¡EL OJO DE AGAMOTO ES EL COCO! ¡CACA! ¡EL TÍO CAMUÑAS! Si os dan a elegir entre el camino del túnel con una luz al final y el camino del Ojo de Agamoto ¡ELEGID SIEMPRE EL TÚNEL Y LA LUZ!
El otro día estuve con mi amigo Juanmi (no te pongas celoso Anselmo, el próximo cameo será para ti) y me preguntó qué tal estaba el último cd de XXXXX. Yo le contesté (sin pronunciar la palabra "música", importante): te sumerge en una atmósfera interestelar de policromáticas y evanescentes sensaciones, psicotransportándote a un universo de lisérgica liviandad. Juanmi me miró impresionado, para después decirme: Ahora en serio ¿está bien el disco o qué?